Imagen extraída de: http://beloitschools.org/embracing-innovation/
A continuacion un documento completísimo,  sobre todo el proceso de inmersión de la impresion 3D en una escuela por parte de 3drucken.ch, con alumnos de 14 y 15 años. La riqueza del texto se basa en que presenta todo el trayecto realizado por los alumnos, el docente y la institución a partir de la decisión de incluir la impresión 3D en el aula.

La conclusión de la experiencia:

"El aprendizaje independiente es posible a través de todo el proceso. Comenzando por la idea y terminando con el objeto impreso. La impresora 3D es una herramienta segura y sin riesgo para ser utilizada por los alumnos. El proceso iterativo es conveniente para las clases ya que los diseños pueden ser adaptados y reimpresos en cualquier momento. En consecuencia, se puede desarrollar un producto paso a paso. Adicionalmente, es una buena alternativa al aprendizaje a través de lectura y escritura ya que es aprendizaje a través de actividad."



Imagen extraída de: derechoaleer.org

Siguiendo la premisa "la inclusión de herramientas para el emprendedorismo y el autoempleo son fundamentales en el desarrollo de capacidades aumentando la creación de empleo, la innovación, el compromiso ciudadano y el desarrollo económico mundial", en las escuelas medias públicas de la Ciudad, se están entregando impresoras 3D. Comenzando con las escuelas técnicas, esta nueva herramienta del siglo XXI llegará poco a poco a todas las salas de informática.


Orientadas a la utilización por los docentes de tecnología del primer ciclo y los de Tecnologías de la Información del segundo, se espera que los docentes capacitados orientes a los alumnos para que la utilicen en forma creativa y con visión innovadora. Para ello, se ofrecen cursos de capacitación desde la escuela de Maestros.


¿Qué ocurre cuando la impresora desembarca en una escuela? En realidad, si existe uno o más docentes embarcados en el proyecto de innovación y con ganas de invertir horas en capacitarse e inspirar a los chicos, mucho. Los alumnos se pasan de ser consumidores de tecnología a sentir la necesidad de ser "creadores". Y la hipnosis natural que genera la impresora, cuando va creando capa a capa el objeto que de su imaginación pasó a un programa de modelado en 3D, y luego a la impresora... crea una sensación mágica, una felicidad que sólo conocen los amantes del DIY (Do It Yourself), un movimiento que vuelve a revalorizarse contrario al consumismo. 


¿Lo necesitás? Imprimilo! Este es el mensaje que transmite la impresora 3D. Y en un momento en el que necesitamos cuidar al planeta, reciclar, reusar y reciclar, nada mejor que reforzar este mensaje desde la escuela.


http://www.diarioelanalista.com.ar/1/nota_1.php?noticia_id=4116 


http://www.lanacion.com.ar/1792759-los-colegios-portenos-incorporan-impresoras-3d


http://www.nexofin.com/notas/284184-las-impresoras-3d-llegan-a-las-escuelas-portenas-n-/
Imagen extraída de: http://www.abc.es
Al igual que antes necesitábamos una imagen o contenido para que una impresora 2D nos hiciera una copia, para poder realizar una impresión 3D se necesita un modelo 3D, el cual se crea utilizando un software de modelado.

Exiten dos tipos de software 3D: pueden ser de uso profesional ( como OpenSCAD, Solid Works) o para uso particular, siendo estos últimos los más sencillos de utilizar ( como Google SketchUp, Tinkercad, Autodesk 123D).

También se pueden crear modelos 3D utilizando un escáner 3D, los cuales crean un modelo real de los objetos, de la misma forma que un escáner 2D crea un archivo digital de un documento. Algunos de estos escáners son: Makerbot Digitizer y Fuel3D para uso particular y ReconstructMe  para el uso profesional.

La forma quizás más sorprendente de generar modelos 3D, es utilizando imágenes tomadas con celulares mediante el uso de aplicaciones como 123D Catch Autodesk.  

El formato de archivo 3D que contiene información significativa incluyendo las dimensiones y el tamaño del objeto, se conoce comúnmente como un archivo STL (estereolitografía). Este archivo es interpretadopor el software que maneja la impresora 3D (conocido como generador de código G), el que divide el modelo 3D en capas horizontales minuciosamente finas de la misma manera que una resonancia magnética divide el cuerpo humano en "rebanadas". Este software interno procede a enviar instrucciones a la impresora, que comienza entonces a crear el objeto, a partir de la base hasta que alcanza la parte superior.

Por lo visto, cada día se crean nuevas formas de generar modelos  de impresión 3D, caracterizándose a medida que pasa el tiempo por ser más sencillos dependiendo de las necesidades del consumidor. 


Extraído de : http://es.3dilla.com/impresora-3d/funcionamiento/
Imagen extraída de: http://www.mdpi.com

El sitio http://practicable.cc/, describe 7 posibles usos de las impresoras 3D en Educación, los cuales nos sirven como posible inspiración en la elaboración de proyectos educativos.


Los usos sugeridos son:


Biología: Para replicar partes de la anatomía de cualquier se vivo para su estudio. En este aspecto nosotros le sumaríamos la replica de restos fósiles, ya que de igual manera, podemos recrear la anatomía de seres que se encuentran extintos.



Automovilismo: Se pueden imprimir muestras de piezas de coches para luego ensamblarlas.



Geografía: Con ayuda de un programa de diseño podemos imprimir mapas topográficos de cualquier área. A este posible uso le sumamos la creación de recursos didácticos que permitan el reconocimiento de los distintos países del mundo. Se pueden crear rompecabezas encastrables que permitan que el alumno aprenda de manera interactiva.




Dibujo técnico: Tras los primeros bocetos del edificio en el que un estudiante está trabajando, se puede crear una versión del mismo. También se puede utilizar para imprimir vehículos de cualquier tipo en una clase de diseño y puede implicar nuevas ideas para mantener a los estudiantes motivados.




Diseño gráfico: Los alumnos pueden estar creando obras maestras en las clases, y la impresión 3D puede hacer esas obras realidad. Si se puede imaginar, se puede materializar. Figuras de animales, personajes de videojuegos, efectos especiales, y mucho más. Todo para aumentar el efecto de una presentación de diseño gráfico.




Historia: Se pueden crear maquetas realistas de algunos de los momentos más cruciales de las batallas de la historia o ayudar a entender a los alumnos los movimientos tectónicos a través de una representación en 3D. En nuestra opinión le sumaríamos la creación de objetos antiguos: que bueno hubiese sido poder aprender la historia de distintos pueblos recreando aquellos monumentos que fueron más representativos.




Útiles: Hay muchas cosas que los estudiantes entenderían mejor si pudieran tocar. Con réplicas de los utensilios de las civilizaciones antiguas se podría entender mejor cómo vivían. Definitivamente creemos que este aspecto debe ser muy emocionante para los alumnos. 




Creemos que existen muchísimas posibilidades más para utilizar la impresora 3D en el aula, ya que el concepto en si mismo trasciende cualquier límite a la imaginación. Se te ocurre alguno más? No dudes en dejarnos tu comentario!




Imagen extraída de: http://3dprint.com

Según el sitio Educación 3.0, existen varios aspectos que los docentes deben tener en cuenta al planificar la incorporación de impresoras 3D en el aula, entre los cuales se encuentran:




– Seguridad: un aspecto que es sumamente importante, sobre todo si se trabaja con niños pequeños, ya que las impresoras 3D trabajan a temperaturas altísimas (unos 200 grados), por lo que se debe tener especial precaución evitando que toquen mientras se encuentra en funcionamiento. Es aconsejable también en el caso de que se pueda decidir al respecto de que impresora incorporar al aula, decidir por los modelos que tienen diseño cerrado.




– Materiales: qué material elegir para hacer la impresión? Puede ser el plástico ABS o el PLA. Ambos se pueden utilizar en el entorno educativo,  el primero es el mismo en el que están hechas las piezas de Lego, se puede reciclar y reutilizar y permite que las piezas se peguen, mientras que el segundo es ecológico, aunque es más difícil de trabajar después de la impresión, y se degrada con el tiempo. Algunos modelos de impresora permiten utilizar ambos indistintamente. Seguramente la elección de uno u otro, será realizada teniendo en cuenta disponibilidad, costos y los objetivos didácticos.




– Facilidad de uso: Si bien muchos consideran que imprimir en 3D es una tarea fácil, es recomendable en el caso de poder elegir, optar por aquellas que permitan el mejor ajuste (que tenga automatizada la calibración por ejemplo) y un ahorro de tiempo por parte del docente. También conviene prestar atención al software de funcionamiento: que sea intuitivo, fácil de utilizar y que tenga las opciones básicas para realizar cualquier ajuste.




– Precio: Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de pensar en la incorporación de este recurso en la enseñanza. En mercado libre por ejemplo, se encuentran publicadas desde los $15000 ARS hasta los $95000 ARS, por lo cual, no todas las instituciones educativas estarían en condiciones de poder incorporarlas a la vida estudiantil.

En conclusión: la impresora 3D es un recurso altamente aconsejable para su utilización en las escuelas, ya que permite trascender los límites de la creatividad y la posibilidad de materializar múltiples elementos. Aunque en la actualidad los precios son muy elevados, día a día se intentan desarrollar opciones más económicas. Por lo cual, esperamos que pronto sean una realidad en la mayor cantidad de instituciones. 







Imagen extraída de: http://mec-s2-p.mlstatic.com

Como docentes, cuando pensamos en impresoras 3D, seguramente pensemos que existen de un solo tipo, y que las diferencias pueden ser dependiendo de los diseños y los costos. La verdad es que existen más de una docena de diferentes tecnologías dedicadas a la impresión 3D actualmente. A pesar de sus diferencias, todas poseen la misma finalidad: la creación de un objeto capa por capa usando el material proporcionado y de acuerdo con las instrucciones proporcionadas por el software de la impresora. La principal diferencia se encuentra en la manera en que se estratifica el material, pudiendo de esta manera clasificar a estas impresoras en tres categorías:





Impresora 3D casera



Este grupo incluye las impresoras que depositan el material que ha sido fundido o está en forma de semilíquida del cabezal de impresión. Incluye las impresoras personales como MakerBot Replicator, siendo el plástico derretido uno de los materiales más utilizados


Impresoras 3D profesionales

Este grupo incluye las impresoras que crean los objetos utilizando un fotopolímero que se encuentra originalmente en forma líquida y se solidifica cuando se expone a los rayos láser o a la luz. De los tres grupos de impresoras, estas son las primeras en fabricarse y han experimentado un considerable éxito en el mercado por la alta calidad de los productos impresos.


Impresoras 3D industriales



El tercer grupo incluye las impresoras que trabajan con material en forma de polvo mediante el uso de un adhesivo líquido o la exposición a los rayos laser. Las impresoras que pertenecen a este grupo ofrecen variados beneficios como la posibilidad de utilizar un gran rango de materiales en la creación de objetos, como nylon, cerámica, cera, bronce, acero inoxidable y titanio.


Por lo cual,  queda en evidencia que las diferencias van más allá de los diseños y las marcas. Ahora bien, ¿qué tipo de impresoras consideran ustedes como las mejores para ser utilizadas en la escuela? Nosotros aconsejamos en uso de impresoras domesticas o en su defecto las profesionales, ya que están pensadas para personas particulares, por lo cual poseen automatizadas mayor cantidad de funciones, y le ahorran tiempo al docente.